Presentacion «IV Pregón Taurino Ciudad de Badajoz»

Buenas tardes.

Presentar a un pregonero es siempre motivo de orgullo.Hacerlo en el Pregón Taurino Ciudad de Badajoz, lo es aún mas.Y si encima resulta que de quien tienes que hablar es un amigo, eso ya trasciende a la categoría de lujo.

Así lo he sentido desde el mismo momento en que Luis Carlos Franco García, Presidente del Club Taurino Extremeño, me pidió que estuviese con todos ustedes en estos Jardines de La Galera, que se engalanan para dar la bienvenida a una feria que en este acto tiene su particular apertura. Estoy completamente seguro que el bueno de Luis Carlos, al que en los años venideros se le reconocerá aún mas su impagable labor al fente de ésta institución, desconocía el hecho de que el día que me llamó, para ofrecerme la posibilidad de presentar este evento, era el de mi cumpleaños.

Sin él saberlo me estaba haciendo el mejor regalo, por lo mucho que supone para mí la institución que dirige, y la persona a la que tengo el sumo placer de poder presentar desde este atril.

Pero vayamos a lo realmente importante, a lo que hoy nos congrega en éste balcón abierto a la ciudad de Badajoz: el Pregón, y por ende su pregonero.

Recae éste año tan alta distinción en un hombre que,ahora que hablamos de cumpleaños, por esos intangibles del destino enamoró a los públicos con su arte, en la misma medida que nos sigue enemorando con su bonhomía, cercanía y afabilidad. No es de extrañar por tanto que Víctor naciese un 14 de Febrero.

De todos los presentes es conocido el lazo afectivo que une a Badajoz con la vecina Portugal. El trasvase de cultura que mana de un lado a otro de la frontera de Caya. Y de esa comunión entre países hermanos, los toros son claro ejemplo. De tal forma que no podemos llegar a concebir un festejo taurino sin que el cálido acento con ritmo de fado de la lengua portuguesa esté presente en los tendidos del coso de la Avenida de Pardaleras.

Así ocurria cada año por San Juan, cuando Victor Manuel Valentim Mendes, hijo de Esmeralda y Jaime da Conceiçao, de cuya mano acudía a los toros tras hacer el viaje desde su domicilio familiar en Vilafranca de Xira hasta Badajoz, acompañado de su inseparable hermano Antonio.

Con el correr de los años, otros muchos niños,compatiotras suyos, acompañados de sus padres recorrerían el mismo trayecto, en esa ocasión para verle a él, al por entonces Príncipe de los Toreros Portugueses, actuar en el ruedo en que de pequeño forjó su afición y sus sueños.

Innumerables tardes de éxito vestido de luces, siempre ante toros exigentes, a base del esfuerzo y las ganas por ser primera figura del toreo, le llevaron a exportar a todo el mundo taurino el rojo y verde de la bandera de su patria, a través de un arte que en cada paseíllo se hacía presente, para luego desaparecer de forma efímera y retornar al día siguiente en el hilo argumental de los tres tercios, en los cuales destacó por esa capacidad innata para crear, pero sobretodo merced a ésa sencillez en la que bebiera de pequeño en el seno de una familia llana, sosegada y amante de las tradiciones.

A diferencia de otros compañeros de profesión, Víctor Mendes aunaba a sus cualidades para la lidia, una expresividad y simpatía que se hacía palpable en la plaza, de la que hoy continúa haciendo gala en todos aquellos actos y conferencias a los que acude sin importarle no el foro, ni la concurrencia. Lo que hace que sea persona querida y apreciada por todos los aficionados, gracias a ésa capacidad absoluta que tiene para imantar con su mirada, y envolver con su verbo, a cuantos tenemos el goce de compartir con él unas palabras.

En breves segundos lo comprobarán ustedes. Observarán que todo cuanto les he contado es poco en relación a un torero que ésta tarde honrará a su profesión como el primer espada que dicta el Pregón Taurino Ciudad de Badajoz.

Sr.Alcalde, resto de autoridades, señoras y señores, amigos, aficionados todos en el noble arte de la Tauromaquia, les dejo con el verdadero Rey de la República de Portugal: ¡Víctor Mendes!.

Antonio Girol García

«IV PREGON TAURINO CIUDAD DE BADAJOZ»

Buenas tardes.

Tengo que empezar por confesaros que cuando mi querido amigo Carlos Franco, en nombre del Club Taurino Extremeño, me comunicaba, hace unos días, la invitación, para ser pregonero del IV Pregón Taurino «Ciudad de Badajoz», me sentí profundamente halagado, aunque también muy sorprendido y he de rconocer que, en ese momento, un cúmulo de sensaciones encontradas se apoderó de mí.

En primer lugar, afloraron sentimientos de responsabilidad, de idoneidad, incluso el del merecimiento. Nunca he pensado que mi persona acumule los méritos suficientes para que se me hiciese semejante honor. Pero sobretodo creo sinceramente, que me dio algo de miedo.

Finalmente decidí aceptar la invitación, pues pensé «hablaré poco», pero por mi parte será la manera de rendir un sincero homenaje a la ciudad que tantas cosas me ha dado.

Desde el agradecimiento, desde el honor de haber sido elegido y desde la gran responsabilidad que esto supone, deseando que mis palabras se sumen al esfuerzo de todos para hacer unas fiestas felices para todos, comienzo como se comienza siempre:

Señor Alcalde, señor Presidente del Club Taurino EXtremeño, autoridades, amigas y amigos de Badajoz. Nuevamente buenas tardes. Mi más sincero agradecimiento por haber tenido la deferencia de invitarme y a todos ustedes por venir a escuchar a éste portugués, iberista, torero y aficionado, que hoy os va a anunciar estas fiestas,que os va a pregonar algo que todos sabeis:estamos en las Fiestas de San Juan.

En ésta tarde de emociones y recuerdos, me vais a permitir hablar de lo que para mí es y significa Badajoz y mis primeros recuerdos y vivencias ralacionados con ésta bella e histórica ciudad.

Es muy especial y muy simbólico estar hoy aquí, en ésta ciudad, dónde se manifiesta claramente la unión de los pueblos de España y Portugal y en dónde los portugueses y españoles nos sentimos verdaderamente hermanos.

Gracias por concederme la posibilidad de encontrarme una vez más en ésta ciudad tan querida para mí y tan llena de recuerdos, pero sobretodo, por poderlo hacer entre amigos, y por un fín fundamental, el servir de apoyo a la Fiesta, a nuestra Fiesta, sobretodo en tiempos como estos en la que está recibiendo continuos ataques por parte de sus detractores.

Hoy quiero traerles un manojo de recuerdos, hablarles de España y de Portugal, de historias de fiestas, del sentimiento iberista y, todo esto vinculado, a lo que a todos los aquí presentes amamos,la Fiesta de los Toros.

Las ciudades se diferencian por su arquitectura, por su color, por sus paisajes…. pero sobretodo se diferencian por el carácter y el encanto de sus gentes.

Muchos años han pasado ya, desde que por el simple hecho de que mi padre decidiera venir a la Feria de San Juan en Badajoz, el recuerdo y la emoción vividos me hayan marcado para siempre.

Vienen a mi mente los recuerdos de aquel viejo escarabajo matrícula LC-99-60, con su motor 1200, recorriendo carreteras infinitas del Alentejo bajo un sol implacable, atenuado, tan solo, aquí o allí con alguna parada bajo la frondosa sombra de un alcornoque al borde de la carretera, para en familia comernos los deliciosos manjares que, mi madre, había preparado.

El viaje se nos hacía eterno, mucho calor y después mucha paciencia para que, además. al llegar a la frontera aguantar las interminables filas de coches «pasados a peine fino» acá y alla de la frontera por la guardia repúblicana y los guardias civiles.

Todo era nuevo, todo era impactante para mí, un niño de doce años y para mi hermano Antonio de diez. Los pacenses vivían sus fiesta con intensidad en la calle,en los bares, en el ferial, por todos lados disfrutábamos de la hospitalifdad de la ciudad, viviendo una realidad a la que nosotros no estábamos acostumbrados. Recuerdo que mi padre alquilaba alguna habitación en casas particulares para poder permanecer aquí y disfrutar del fin de semana.

Recuerdo también la fuerza avasalladora en que, el afán consumista de nosotros, los visitantes, se afianzaba por aquel entonces en la fortaleza del escudo frente a la peseta ya que éste valía el doble.Diversión, juguetes, caramelos,chocolates……y nosotros, niños, volviéndonos locos.

Me impactó, sinceramente me impactó ésa primera vez.

Motivado por la curiosidad y el interés inculcado por mi padre,»excelente aficionado», fue la primera vez que ví una corrida de toros de muerte. Ha sido aquí en la plaza de Badajoz.Tenía tan solo doce años, y era conocedor de las fiestas populares de mi ciudad, Vila Franca de Xira, dónde se corren los toros por la calles y también de los espectáculos taurinos a los que yo asistí en su plaza, como miembro de la banda de música del Ateneo.

Pero lo de aquí, era diferente, es decir la «corrida integral» me impactó, su verdad, su crudeza, esa transmisión de miedo y nerviosismo que imponía ese toro…. como el poema de Manuel Machado, aquel que decía:

Una nota de clarín

desgarrada,

penetrante,

rompe el aire con vibrante

puñalada….

Ronco toque de timbal.

Salta el toro

En la arena,bufa, ruge…..

Roto, cruje

un capote de percal…

Ja! Ja! Ja! Ja!……Ja! Ja! Ja! Ja!

Me recuerdo gritando a los picadores, a los que por aquel entonces yo no entendía su cometido y a mi padre reprochándomelo y explicándome el porqué de su función,»yo estaba de parte del toro», y aquello me pareció tremendamente agresivo con él. Lejos estaba el momento en que años más tarde pedía a Dios bendición para los hombres de mi cuadrilla, y que los picadores estuvieran certeros a la hora de ahormar y templar con el castigo las embestidas temperamentales de aquellos toros que me tocaban en suerte.

¡Qué suerte! ¡Qué destino! ¡Qué intenso!…… como todo lo verdadero, lo íntegro, marca de por vida.

El Viti, Paco Camino, El Cordobés….Dios mío, que locura, quién me lo íba a decir, que años más tarde, después de tanto soñar, de tantos esfuerzos, de tantas dudas, tendría la dicha de hablar de toros e inclusive torear en el campo con esas grandiosas figuras del toreo. Me marcaron tremendamente y para siempre esas tardes de toros vividas en Junio del 70.

Y cambiando de tercio me gustaría dejarles una pequeña reflexión sobre algo que creo que en estos tiempos también es muy importante y da sentido a espacios como son estas fiestas de San Juan en Badajoz.

Ya en el siglo XVIII, una vez más, se volvió a hablar sobre la unión entre Portugal y España, unión que no hay que olvidar que un siglo antes se rompió por culpa del centralismo y las guerras que eran llevadas por España en Europa, lo cual, ahogó al pueblo. En el siglo XIX y sobretodo en los años veinte del pasado siglo nos encontramos nuevamente con importantes grupos de ciudadanos que predican estas ideas de unión entre los dos pueblos, tanto de Portugal como en España.

En los últimos tiempos, incluso, se han realizado encuestas sobre como nos vemos,portugueses y españoles, y que grado de unión y aceptación existe entre ambos pueblos de la Península Ibérica, la respuesta creo que es muy esperanzadora para aquellos que creemos en la unión de ambos pueblos.

Tenemos una larga historia compartida, tenemos un montón de tradiciones comunes, tenemos en definitiva un gran número de lazos de unión y en ésta época en la que los dos países están integrados en la Unión Europea y por tanto ya no existen fronteras, nuestra hermandad es mucho mayor.

Encontramos a grandes iberistas como fueron Unamuno o Saramago, entre otros grandes pensadores que abogan por el encuentro de ambos pueblos para aunar fuerzas pues tanto Portugal como España han tenido historicamente y culturalmente una evolución a la par.

Dentro de la Unión Europea no tenemos ningún enemigo en contra del iberismo, ya que el mismo iberismo es la primera estación hacia el europeismo, creo además que es feria de encuentro en torno a una de las tradicciones mas arraigadas y común a los dos países, nos da muchas esperanzas en el futuro, porque como dice el dicho «la unión hace la fuerza», y nosotros tenemos fe en que nuestros pueblos, español y portugués, sepan unirse para recorrer un camino juntos y sobretodo preservar su cultura común de la que nuestra amada Fiesta es una de las formas de expresión, con sus diferencias en cuanto a formas pero identica en el fondo, mas antigua, y que más defiende nuestra identidad.

Hablo así y defiendo éste sentido iberista, porque siempre me he sentido un Torero Ibérico. Nací en Portugal y dí mis primeros pasos en el mundo del toro en mi país, pero con dieciocho años continué mi formación como aspirante en España.Después cuando tuve la suerte de convertirme en matador de toros,siempre estaba presente ese sentido de querer representar lo más esencial de la tauromaquia de la Península Ibérica, de España y de Portugal.

He tenido la gran suerte de ser un hombre con dos corazones, uno español u otro portugués, que se funden en uno ibérico, como ésta ciudad de Badajoz en la que hoy estamos, y que tiene también dos corazones, pero dos corazones que laten juntos y plantean siempre el futuro basado en ésa unión.

Por tanto es un orgullo de iberista, estar hoy aquí y que mis palabras de aliento y de deseo de unión, sirvan para abrir ésta Feria Taurina de San Juan que espero sirva para estrechar, más si cabe, nuestros lazos de hermandad y de plantearnos nuestro caminar hacia el futuro y trabajar por la defensa y difusión de una de nuestras señas de identidad comunes que es, el mundo de EL TORO.

En estas notas he querido seguir, simplemente, la estela del tiempo de los que me precedieron.

Estas palabras son, tan sólo, una forma de expresar la experiencia y los recuerdos y, sin ellas no sería posible revivir y conocer todo ese mundo que nos muestran.

Algunos de mis recuerdos infantiles más nítidos, creo que,como los de la mayoría, son recuerdos de personas o lugares, y mi memoria está llena de ellos.

Cada elección nos hace diferentes y es testimonio de una forma de ser única e individual.

Debemos conservar la memoria para así poder proyectar el futuro.

Las ciudades como Badajoz, capaces de mantener durante siglos, vivas sus tradiciones, son las ciudades que construyen el alma de la humanidad.

Pero si hablamos de tradiciones, una de las más importante de nuestros países,una de sus claves fundamentales la encontramos en los Toros.

Con sus fiestas de San Juan, Badajoz es más Badajoz.

Creo que la cantidad de cariño, y la ilusión con que los pacenses viven cada año sus Fiestas, está impregnado de alguna suerte de halo magico que, transforma a todo lo relacionado con ellas.

La ciudad en estos días se transforma, se abre y todo es color y bullicio.

San Juan nos trae cada año la renovada ilusión por revivir momentos que están ahí, indeleblemente marcados en nuestra memoria y en nuestro corazón, esos momentos imborrables de nuestra niñez, imágenes, olores y sabores inconfundibles, rituales populares y días de descanso.

De ésa infancia mía, sigo recordando todo lo bello que ha quedado grabado en mi memoria. Amo apasionadamente todos esos recuerdos míos y soy feliz escudriñando en los laberintos de mi memoria. Todo lo que recuerdo está entre la luz y la oscuridad, entre la sonrisa y la nostalgia.

Pero ha llegado nuevamente el momento de disfrutar de la Feria Taurina de San Juan en Badajoz, de vivir nuevas emociones, y, de una forma miuy especial, saborear la compañía de la amistad.

Siempre he creido que si se recuerda el pasado es para pensar en el futuro, porque una buena historia es garantía de una esperanza creativa para el porvenir.Los buenos recuerdos y los pensamientos no son para saborearlos solos,sino para compartirlos. Y esto es lo que yo he querido hacer ésta tarde con todos usrtedes.

A todas las mujeres y hombres de Badajoz y a todos los que nos van a acompañar en estos días tengo el honor de daros la bienvenida a las fiestas de la ciudad, a las fiestas de San Juan. Es el momento de ser felices, de enamorarnos con los recuerdos, de volver a la niñez, de rencontrarse con las amistades, de reir, de pasear por nuestrsas calles, de bailar, de gozar, de sentir Badajoz y sus fiestas taurinas.

Pero también, es el momento en que todos debemos apoyar nuestra Fiesta y dar lo mejor de nosotros mismos para que siga siendo mágico.

Y para acabar, como decía Joaquin Sabina, gracias por haber venido a abrigarme el corazón.

Buenas noches, gracias por vuestra generosidad al escucharme.

Badajoz y sus fiestas de San Juan son unas fiestas para vivirlas en toda su extensión.

Badajoz es magia.

¡Que vivan por siempre nuestras fiestas de San Juan!

¡Que empiezen las fiestas!

Muchas gracias.

Víctor Mendes

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