La plaza de toros de Ronda es un edificio histórico de la ciudad de Ronda (Málaga), declarada como Bien de Interés Cultural en su categoría de Monumento, y que es propiedad de la Real Maestranza de Caballería de Ronda.​ El edificio inicia sus obras en 1780 y tras una suspensión temporal de las obras, se concluye en 1785, bajo el proyecto del arquitecto Martín de Aldehuela, siendo considerada como una de las más antiguas de España. El auge

del toreo llevó a la Real Maestranza de Caballería de Ronda a erigir su famosa plaza, obra que se atribuye a Martín de Aldehuela, el mismo arquitecto del Puente Nuevo sobre el Tajo de Ronda. La construcción de la plaza duró seis años, y fue inaugurada en 1785 con una corrida de toros en la que actuaron Pedro Romero y Pepe-Hillo. Concebida en piedra arenisca con un esquema monumental, la nobleza de su traza arquitectónica, con su doble galería de arcadas y la ausencia de tendidos al descubierto, tiene más espíritu de claustro que de recinto para espectáculos, y recuerda al patio circular del famoso palacio de Carlos V en la Alhambra de Granada. Su ruedo de 66 metros de diámetro está considerado como el más amplio del mundo y está circundado por un callejón formado por dos anillos de piedra. Los tendidos tienen cinco filas de gradas, de dos pisos, con 136 columnas formando 68 arcos de columnas toscanas, salvo la del Palco Real. Cubierta con tejado a dos aguas de teja árabe, la elegancia de su interior no tiene igual en ninguna otra plaza de toros.